Desarrollamos un estilo educativo que promueve principalmente las relaciones con la naturaleza, los hombres, con Dios y consigo mismo a través del desarrollo de valores y capacidades en el proceso educativo, para de esta manera responder a los lineamientos de las Directrices de la pedagogía franciscana para la Educación.

Optamos por un modelo humanista-constructivista de educación. Humanista por nuestro accionar centrado en el estudiante como persona, mismo que posee un deseo natural por aprender junto a un equipo docente que motiva el desempeño cultural, afectivo, espiritual y existencial.

A través de un proceso dinámico de enseñanza – aprendizaje el estudiante es participe de una metodología activa que lo prepara para los retos de la vida misma mediante una formación académica integral, centrada en la construcción del conocimiento desde el entorno que lo rodea.

Nuestro modelo pedagógico permite desarrollar las competencias básicas de los saberes disciplinares, utilizando los contenidos para desarrollar: la creatividad, el pensamiento crítico, la cooperación, la capacidad para establecer relaciones sociales, hacer uso responsable de las nuevas tecnologías, la capacidad para sobreponerse a la adversidad y la permanente construcción de una persona para los nuevos retos y generar cambios a nivel global.